ALGO DE LA TOPONIMIA LOCAL DEL AREA DE NUESTRO CENTRO EN EL SIGLO XVI

La documentación histórica original es  parca en referencias a topónimos de los terrenos donde se asienta  el Colegio.

  1. En el documento de Condiciones, que se redacta para la subasta de las obras, se indica « […] en  él sitio que por mandado de  su Señoría  Ilustrisima se había comprado  yendo de dicha  villa para  la  ermita de él señor San Lázaro. […]».
  2. En otro documento de cesión de terrenos figura «[…]  mandaba  hacer  y edificar una Iglesia  colegio  y  escuelas, en el sitio que está  junto la ermita del   puente San Lázaro,  […]».
  3. El historiador Armando Cotarelo  Valledor, investigador del archivo del Colegio y autor de un  manual sobre lo promotor de la obra, el cardenal Don Rodrigo de Castro, describe el lugar como  «[…] en las frondosas  márgenes de él Cabe en lana parte oeste de la villa, pasado el  arroyo  y  llamada  “el  Arrabal”,  hacia él barrio de Carúa [sic],  caminando la  ermita de San Lázaro».
  4. En el mapa de  Fontán aparece el término  Carud, si bien lo sitúa en la otra margen del río Cabe. En la actualidad Carude es un barrio, una calle y una plaza en las cercanías del Colegio.
Mapa de Fontán

Los terrenos donde se asentó el Colegio están cruzados por un riachuelo. Cotarelo dice que «[…] linda  al   N. con él  majestuoso Cabe,  al E. con él  arroyo de San Lázaro, […]». Por la orientación indicada  parece referirse al que actualmente recibe el nombre de riachuelo de las  Malloadas.

DOCUMENTACIÓN PARA LA DECLARACION BIC

Acabamos de colgar en nuestra WEB el amplio estudio realizado para la obtención de la Declaración BIC de nuestro edificio. Llamamos la atención sobre el magnífico trabajo realizado por tres personas que durante mucho tiempo han estudiado y trabajado en la preparación de la documentación que ahora ofrecemos. Esta documentación se divide en dos TOMOS de los que generamos aquí dos enlaces para una mayor rapidez en el acceso y la consulta. En el menú de esta página, en Arquitectura / Documentación también se pueden encontrar.

FECHA DE LA MUERTE DE D. FRANCISCO DE MOURE

Leemos en el artículo de Francisco Pérez Rodríguez titulado “ALGUNOS ASPECTOS RELEVANTES SOBRE EL ESCULTOR FRANCISCO DE MOURE”: La fecha de su muerte requiere ser revisada. Hasta ahora se aceptaba el 15 de septiembre de 1636 como data de su fallecimiento porque así constaba en la partida de defunción localizada en un libro parroquial de San Vicente del Pino y que, textualmente, expresa:

Foto: Rostro del Caballero Orante de Francisco de Moure

«Moure escultor. En quince de Septiembre de 1636 murió Moure el escultor -enterróse C S. Francisco- mando decir en esta yglesia treinta misas. Y por verdad-ut. a.- Fr. Antonio de Torgda. cura de San Vicente».

Sin embargo, esta fecha es errónea y debe adelantarse unos meses, pues la afirmación del Corregidor y Alcalde de la villa de Monforte de Lemos no plantea discusión alguna de que tal acontecimiento se produce el 20 de junio, día en el que se le notifica dicha defunción con la intención de obtener la autorización del inventario de los abundantes bienes muebles y raíces dejados por el finado…

Por tanto hemos de dar por válida la fecha de 20 de junio de 1636 como la más cierta para situar la muerte de D. Francisco de Moure en Monforte de Lemos.

REPARADO EL DESTROZO DEL TEJADO

Esta semana, se han colocado de nuevo las tejas allá donde la piedra caída de la torre había destrozado la cubierta. Reparación rápida y eficaz, dado que como nuestra pluviosidad es mucha en estos meses convenía cuanto antes dejar las cosas como deben estar.

En breve informaremos de los pasos para renovar el remate de la torre.

LOCALIZADA LA CRUZ DE LA TORRE

En efecto, gracias a un antiguo alumno de nuestro Colegio, Manuel Garrido, y a su magnífico dron, el pasado domingo día 2 de febrero, por la tarde pudimos localizar la ubicación de la gran cruz de hierro que cayó el día 19 de diciembre debido al viento huracanado que sufrió Monforte. La cruz está en un lugar de la misma torre de muy difícil acceso. Además pudimos apreciar los destrozos originados en los tejados por el desprendimiento de los fragmentos de la piedra. Procuraremos que se pueda reparar el remate de la torre cuanto antes. Con unas sencillas imágenes damos cumplida cuenta del estado de la cruz.

EL VENDAVAL DE DICIEMBRE Y SUS EFECTOS

EL día 19 de Diciembre en Monforte hubo mucho viento como en toda la región. La Voz de Galicia informaba ese día de que Monforte fue una de las localidades más afectadas por la borrasca Elsa. Según reconocía el periódico las lluvias y el viento generaron al teléfono 112 más de mil incidencias y tras la ciudad de Lugo la de Monforte fue la segunda que más llamadas generó.

Estas incidencias meteorológicas afectaron al edificio del Colegio del Cardenal. En efecto las fuertes rachas de viento acabaron por romper una de las bolas de granito que rematan cada una de las torres, en concreto la de la izquierda. Al parecer y según lo investigado la bola de piedra debía poseer ya una grieta que entre lluvia y hielos restaron fortaleza a la misma. Al soplar un viento continuo y con tanta intensidad la cruz de hierro que remataba el conjunto vibraría hasta que dicho golpeteo hizo el resto. La bola se rompió y se perdió la cruz que al parecer está aún en la torre.

Esta incidencia será comunicada  al departamento correspondiente de Patrimonio de la Xunta para su información.

Esperemos que pronto se pueda reponer dicho elemento arquitectónico y devolver la igualdad a las torres gemelas de nuestro edificio.

Aspecto del remate de la torre antes del vendaval de diciembre
Aspecto del remate de la torre antes del vendaval de diciembre. Se aprecia la bola rota y la desaparición de la cruz de hierro
Aspecto del remate de la torre antes del vendaval de diciembre. Se aprecia la bola rota y la desaparición de la cruz de hierro

LA TABLA DE SAN JUAN INSTALADA EN LA PINACOTECA

La tabla de San Juan Bautista, recientemente restaurada ha sido instalada en la Pinacoteca. Esta tabla del S. XVI, está pintada en óleo, y es de una muy buena calidad. Añadimos aquí una foto ya publicada de la restauración además de otras en el momento de ser colgada en la Pinacoteca, en donde esperamos que pronto pueda verse en todo su esplendor con una nueva y más moderna iluminación.

NUEVA MONTEA DE UNA BÓVEDA EN EL COLEGIO DEL CARDENAL DE MONFORTE DE LEMOS

Rosa Ana Guerra Pestonit, en su trabajo, con el mismo título que esta entrada, nos refiere lo siguiente:

Figura1 Detalle de la planta de las bóvedas del rincón contiguo a la portería en la que se indica la pared en la que se encuentra la nueva montea (dibujo de la autora 2011)

“Durante unos trabajos de levantamiento de las bóvedas del claustro, una circunstancia fortuita hizo que descubriese en uno de sus muros (figura 1) los trazos de lo que resultó ser una segunda montea de sus bóvedas.

Sorprendentemente, había pasado desapercibida hasta ahora, a pesar de estar situada en un lugar muy transitado y de no aparece reseñada en ninguna de las fuentes consultadas. Se trata de un dibujo ejecutado con pigmento rojo, posiblemente almagre, sobre la pared de sillería correspondiente a la primera bóveda contigua a la entrada desde la portería. El dibujo (figura 2) representa el desarrollo de un octavo de la bóveda de arista del rincón, junto con el alzado de la mitad del arco formero que la genera. La bóveda descrita es regular, de planta cuadrada, está ejecutada en cantería y se decora con una moldura sencilla. Se muestra el reparto de las dovelas en el arco, su correspondencia con las hiladas de la bóveda y las escuadrías de los volúmenes contenedores de estas hiladas. Dovelas e hiladas aparecen numeradas en tres lugares. Sobre el desarrollo se replantea el despiece y las molduras. Como curiosidad, en la montea aparece una doble línea de molduras que en la ejecución se simplificó eliminando la moldura interior (figura 3).”

Figura 3 Fotografía de la bóveda del rincón que se desarrolla en la montea de la pared (foto de la autora 2011)
Figura 2 Montea inédita descubierta sobre la pared del claustro. Proyección del levantamiento y los puntos de medición sobre la fotografía rectificada (dibujo y foto de la autora 2009)

Este artículo Titulado NUEVA MONTEA DE UNA BÓVEDA EN EL COLEGIO DEL CARDENAL DE MONFORTE DE LEMOS, ha quedado obsoleto al aparecer una tercera montea en las paredes del claustro, hallazgo del que próximamente daremos cumplida información.

DIFICULTADES E INCONVENIETES EN LA CONSTRUCCIÓN DEL COLEGIO DEL CARDENAL: LA MADERA

En su estudio titulado “Los efectos de seísmo de Lisboa de 1755 sobre el patrimonio monumental de Galicia” su autora Dª BEGOÑA CES FERNÁNDEZ nos da la siguiente noticia a cuento de las dificultades que se encontraban para la construcción del Colegio del Cardenal:

“Pero las obras debieron proseguir a lo largo del siglo XVII, puesto que el maestro Simón de  Monasterio trabajaba en 1620 en el “cuarto de la delantera que ahora se está haciendo” pero  abandona los trabajos en noviembre de 1622 por carecer el colegio de fondos para concluirlos  (Bonet Correa, 1984: 181-182) y entre los documentos conservados en el Archivo del Colegio, se mencionan unas provisiones de la Real Audiencia, fechadas el 14 de abril de 1625, 5 de enero de los efectos de seísmo de Lisboa de 1755 sobre el patrimonio monumental de Galicia 1653 y 22 de agosto del mismo año para que se vendiesen al Colegio las maderas que necesitase  y no se impidiese pasar los carros de piedra por los sitios acostumbrados.

Los religiosos habían  acudido  en  varias  ocasiones  a  la  Real  Audiencia  para  solicitar  su  intervención.  En  1625  la  dificultad consistía en que algunos labradores impedían el paso de los carros de piedra para la  obra de la iglesia por los salidos de sus casas y campos, lo que supone que aún se estaban  realizando obras en el templo tras su consagración. En el 1653 el problema había surgido porque  el Colegio necesitaba mucha madera para proceder a las ampliaciones que estaban haciendo  “para aumento de los generales que hay en el dicho colegio para los estudios públicos que allí hay y para la necesidad de los sujetos que asisten en el dicho Colegio” y los vecinos ya no se la querían vender. La obra a la que se refieren es un cuarto del claustro destinado a dormitorio y situado hacia el Norte, del que ya estaban hechas las paredes pero que carecía de vigas y maderas por la  dificultad para encontrar quien se las vendiese.”

Parece que el Cardenal quería dejar constancia de su Grandeza personal

Hay suficiente documentación donde el Sr Cardenal Rodrigo de Castro “hace constar todas las características arquitectónicas conforme a las cuales debía construirse el edificio especificándose que las dimensiones debían ajustarse a las “medidas según Vignola enseña en su libro de las cinco órdenes de arquitectura” 193 y, además,

… han de ser de orden corintia”
  • “todos los miembros (elementos arquitectónicos) y ornatos dentro y fuera de este templo (…) han de ser de orden corintia” especificándose, con minuciosidad, todos los detalles a que debían de ajustarse los diferentes elementos arquitectónicos de la construcción de la iglesia (pilastras, entablamento, arcos, bóvedas, pechinas, ventanas del crucero, cúpula, naves laterales, coro, puertas,…) así como
  • la calidad de los materiales a emplear (piedra berroqueña, es decir granito, bien labrada en todo lo que no sea propiamente paredes), de los elementos decorativas (balaustres, pirámides y bolas,…) y “propagandísticas” (escudos) e, incluso, se estipulaba que el oficial que iniciase la obra debía rematarla sin poder trasladarla a otro oficial, sin embargo serán varios los maestros de obras que intervendrán en la construcción (hermanos Fatón, Simón de Monasterio,…).
O Cardeal Rodrigo de Castro

 Datos de los que se podría deducir que, tal vez, el Cardenal desease hacer una réplica, aunque a menor escala, del Escorial de ahí el empleo del nuevo estilo Escurialense o Herreriano que Felipe II, tras el Concilio de Trento, había impuesto en España, y que se puede definir como un manierismo español fiel a los principios más puros del clasicismo y que parecen conocer tanto el propio Cardenal, entre sus libros había alguno de arte, y el maestro de obras, Simón de Monasterio, ya que un documento conservado en el convento monfortino de las Clarisas recoge que entre sus pertenencias había “otras estampas de los templos de Roma (…) guarnecidas en cuero”.

Parece evidente, pues, que el Cardenal quería dejar constancia para la posterioridad de su Grandeza personal pero, asimismo, de la Grandeza del territorio o solar con el que se identificaba y que era el solar de sus antepasados de ahí que la obra del Colegio, lo mismo que El Escorial, no tuviese parangón en su época.

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