EL COLEGIO DE MONTERREI, EN CONTRA DEL DE MONFORTE

Nos relata D. Manuel Ángel Feal Antelo en su magnífico trabajo titulado “EL COLEGIO DEL CARDENAL DE MONFORTE DE LEMOS. EVOLUCIÓN DE LA TRAZA UNIVERSAL” que antes de iniciarse las obras de nuestro Colegio ya le salió un enemigo, dentro de la propia casa. Se trataba del Colegio de Monterrei, en Verín, regentado también por los PP. Jesuitas, que ante la noticia del proyecto de construcción del de Monforte temieron fuera en detrimento del suyo. Nos lo relata así D. Mauel Feal:

D. Gaspar de Acevedo . V Conde de Monterrei

“Aunque parezca mentira, el primer enemigo serio que tuvo el Colegio de Monforte fue su colega fraterno, el Colegio de Monterrey. Tal vez influyó en la escaramuza la tirantez existente entre la Casa de Monterrey y la de Lemos por un sonado pleito que se traían desde principios del siglo XVI. Lo cierto es que don Gaspar de Acevedo, V Conde de Monterrey, al enterarse de que en Monforte se estaba tratando de levantar otro Colegio de la Compañía, escribía al P. General, pidiéndole «que el Colegio de Monforte no perjudicase a los Estudios generales de Monterrey».

La respuesta del P. General fue lógica y cortés: «Habiendo la Compañía aceptado ya la fundación del Cardenal – le dice el 15 de marzo de 1593– no puede ponerse tasa ni limitación, ni sería justo. Ni vemos tanto peligro en que haya este impedimento. La Compañía, en la fundación de un Colegio, no puede perjudicar a otro ninguno, ni a su fundador. Pero siendo tal el Colegio de Monterrey, no le perjudicará otro ninguno de los que se pudieren hacer en el contorno».

Ruinas colegio de monterrei a principios del siglo XX

Mientras tanto, las cosas en Monforte estaban a punto. En abril de 1593, el Provincial informaba a Aquaviva con inusitado optimismo: «El Colegio de Monforte será cosa de mucha substancia. Comiénzase luego la obra y hácese como cosa del Cardenal, en cuanto sufre nuestro modo. Si Dios le da vida, se acabará en dos o tres años, porque se da gran priesa y, aunque no se la dé, confío será lo mismo. Tiene ya allí 30.000 ducados y más, para este efecto. Y ganados los consensos de los abades, dará 2.000 ducados de renta de pensiones a aquel Colegio, lo cual en breve tendrá efecto.

Como se ve, don Rodrigo había decidido elevar la renta primitiva en 500 ducados. El Provincial, tras afirmar que en Monforte estaban ya dos Padres y un Hermano de la Compañía, añadía que esperaba verse en breve con el Cardenal, en el viaje de éste a Monforte, y concertar la escritura fundacional. «y es cosa maravillosa -concluye- la afición que a su Colegio tiene y la ansia de verle, y dicen que todo es hablar de esto».”

Tras la expulsión de los jesuitas el Colegio de Monterrei fue abandonado y su piedra fue empleada para pavimentar las calles de Verín.

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