Nos cuenta el P. Esteban Martínez, en su libro sobre el Colegio de Nª Sª de la Antigua que para la buena organización y marcha del Colegio, tras la expulsión de los PP. Jesuitas de Monforte por orden de Carlos III, la Señora Condesa de Lemos, Dª Rosa María de Castro, encargó a su confesor, Doctor D. Melchor Borruel, la elaboración de unas “Constituciones o Reglamentos”, que sirviesen de norma y guía para el desarrollo de la vida escolar. Supo reflejarlos en los 34 capítulos de que constan dichas “Constituciones o Reglamentos”. Llaman la atención por su rigidez y exigencias, que, para una mentalidad moderna, parecerían demasiado rigurosas y casi inhumanas, pero era lo usual en aquellos tiempos.
Para ilustrar lo dicho, copiamos algunas de las disposiciones que más reflejan la mentalidad de los tiempos en que se escribieron.
En el capítulo segundo se contienen las obligaciones de los alumnos, tanto internos como externos, dice así:
1°) Los niños de las Escuelas, los Gramáticos, los Filósofos y Teólogos concurrirán todos los días a los ejercicios literarios a las horas señaladas, y con la mayor puntualidad, a la Misa del Seminario, así los días de estudio como los de fiesta y feriados.
2°) Al toque de oraciones se recogerán a sus casas y no volverán a salir de ellas hasta el día siguiente; no ocurriendo alguna urgencia que lo haga preciso e indispensable.
3°) Se les prohíbe rigurosamente todo juego de naipes; tabas y dados; y sólo se les permite que; en los días de fiesta y feriados; por la tarde; puedan divertirse a juegos lícitos y honestos en el Campo del Colegio y no en otra parte.
4°) Se les veda; igualmente; la entrada en tabernas; hornos y casas sospechosas.
5°) Asimismo; se les prohíbe tener perros de caza; escopetas; pistolas y cualquier otro género de armas.
Como vemos las preocupaciones de aquellos tiempos eran otras pero se ve la preocupación por el bien de los alumnos y sus buenas costumbres….