En la última de las conferencias que la Fundación Colegio Nª Sª de la Antigua programó con motivo de la celebración de los 400 años del retablo mayor, obra de Francisco de Moure, la Dra. Ana Diéguez apuntó una intuición, que es de sumo interés, para los estudiosos de nuestro retablo mayor y de la Figura de Moure.
La cuestión está en el banco del retablo, en donde se pueden ver tallados en nogal los cuatro evangelistas y las cuatro virtudes teologales.
El evangelista san Mateo normalmente viene acompañado por un ángel, la mayoría de las veces, o por la figura de un hombre, de forma menos habitual. En el caso de nuestro retablo encontramos a San Mateo acompañado por un hombre, situado detrás y en claro diálogo con el evangelista. Este hombre sin barba, con media melena, bigotes de punta vuelta, semejante al estilo que hoy denominamos imperial. Viste con una camisola amplia de palas anchas y puntas redondeadas. El estilo de vestimenta y aderezo de melena y bigotes nos sitúan ante un hombre del S XVII.
La pregunta es: ¿podemos estar ante un autorretrato de Moure?. Entre los artistas de la época no era extraño que se representaran a sí mismos en sus obras. Por tanto, podríamos responder que posiblemente así es. Habrá que estudiar este detalle con más detenimiento y soñar con la posibilidad de que D. Francisco de Moure nos regalara una “fotografía” suya del primer tercio del S. XVII.

Evangelista San Mateo con el posible autorretrato de Francisco de Moure















