Esta se mana se han finalizado las complicadas obras de recolocación de las piedras de la bóveda del presbiterio de la iglesia, dañada en el terremoto de 1755 y con el consiguiente deterioro de los 266 años posteriores
Ahora las tareas que quedan son de rejuntado de grietas y limpieza, además de instalar los escudos del alto retablo que se desmontaron para permitir las labores en la bóveda y arco trasero. Después habrá de dar una nueva limpieza a todo el retablo. Esperamos que pronto podamos devolver el culto a la iglesia que es su función legítima.
Para ilustrar lo dicho pongo algunas imágenes del estado de la pared y bóvedas antes de la intervención y alguna de cómo van quedando los arcos restaurados.