Según nos relata el P. Esteban en su libro sobre el colegio de los Escolapios, “el P. Rector, enterado por alguna confidencia, de que el mando militar había pensado instalar, en este Colegio, un Hospital de Evacuación, se adelantó a ofrecérselo; oferta que fue aceptada con agradecimiento e, inmediatamente, comenzaron las obras de acomodación, siendo inaugurado el13 de marzo de 1937 con los primeros heridos que llegaron del frente de Somosierra (Madrid). Los militares pidieron que se encargase el Colegio de la Administración, empezando a llevarla el P. Julio Beltrán, quien fue sustituido, a últimos de octubre, por el P. Alfonso Díez Yebra, que continuó hasta el final. El P. Desiderio Saiz fue encargado de llevar y controlar las altas y bajas y el P. Alonso Feijoo del ropero. Para la asistencia espiritual, mandó el Sr. Obispo un Oficio nombrando Capellán al P. Rector, con facultad de delegar, lo que hizo en el P. Benjamín Navarro, que ejerció su cometido con el gran celo y caridad que le caracterizaban.
La parte izquierda del Colegio fue tomada también por los militares para Cuartel de Reclutamiento, quedando para internado y clases la parte derecha de la fachada, con su claustro y galería, más algunos espacios libres que se habilitaron provisionalmente.”
Existen en el archivo de la fundación dos libros, uno de gastos del citado hospital y el otro es una relación de los fallecidos en el mismo.
Estamos orgullosos de la continuidad de la actividad educativa desde la fundación del colegio. Ni la guerra civil, que tantas cosas interrumpió pudo interrumpir la labor docente del colegio.